La integración, la gestión del riesgo y la reputación, el propósito y el compromiso se sitúan como áreas clave para el éxito del liderazgo en Asuntos Corporativos. Esta es una de las principales conclusiones de la Encuesta Global de Asuntos Corporativos, elaborada anualmente por Oxford y GlobeScan, que este 2022 publica su tercera edición.

En este sentido, los 221 profesionales que han participado en el estudio señalan también la gestión de la confianza, la resolución de conflictos, la rápida respuesta a los problemas sociales, la ambición, una narrativa coherente, así como el establecimiento de estrategias sociales y de gobierno corporativo entre las habilidades fundamentales para alcanzar el éxito en el sector de los Asuntos Corporativos.

A lo largo de 2022, abordar el contexto social en el que opera una organización, tratar los riesgos del cambio climático, las labores de refuerzo de comunicación interna, el apoyo estratégico de la alta dirección y la gestión de riesgos reputacionales se han situado entre las cinco principales funciones del ámbito de Asuntos Corporativos de una institución. Otras áreas que también han cobrado importancia han sido la elaboración de mapas de públicos, el alineamiento de iniciativas locales con el posicionamiento global, el reporting corporativo, la puesta en marcha de actividades de liderazgo, la definición del propósito corporativo y el seguimiento de las opiniones y expectativas de los stakeholders.

Agenda global

El documento aborda la importancia del ámbito de los Asuntos Corporativos para hacer frente a las consecuencias del coronavirus y de la guerra de Ucrania. En concreto, para el 44% de los participantes, el riesgo geopolítico y la incertidumbre se han convertido en la prioridad número uno de los Asuntos Corporativos, sobre todo en las empresas de Europa y del continente asiático, donde señala el informe que las empresas de alimentación y agricultura han sido las más perjudicadas.

En cuanto a los principales asuntos de la agenda corporativa a nivel global, los temas medioambientales (cambio climático, energía verde, plásticos y economía circular) y sociales (salud y bienestar, educación, derechos humanos) se sitúan en los primeros puestos, seguidos de la regulación de los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (8%), transparencia (4%), transición digital (3%) o instituciones democráticas (1%).