Una tendencia que cobra cada vez más fuerza en el entono empresarial es la del employee advocacy, esto es, utilizar a los empleados como embajadores de las propias organizaciones (brand ambassadors), para atraer y retener el talento, así como para generar confianza en el resto de agentes externos y mejorar, en última instancia, la propia reputación, visibilidad (brand awareness) e imagen de la institución. Además, apostar por un programa de embajadores internos acrecentará el bienestar y el compromiso de los trabajadores con su empresa.

Actualmente, es clave que las entidades cuenten con prescriptores de marca en las redes sociales, donde convergen los diferentes stakeholders, para poder ser vistas, escuchadas y conseguir un clima de confianza y de credibilidad entre los diferentes grupos de interés, cada vez más difíciles de persuadir y de convencer. Además, los empleados se han convertido en una figura muy útil a la hora de tratar las crisis de reputación online, siendo los mejores promotores y defensores de la empresa en las plataformas digitales.

Así, el hecho de que sean ellos quienes, de forma proactiva, cuenten las bondades de su empresa hará que estos mensajes sean mucho más creíbles, sinceros y cercanos. Con todo, para aprovechar al máximo las ventajas y oportunidades que ofrece el employee advocacy, es necesario que las organizaciones hagan una lectura constante de esos comentarios y valoraciones, evitando la difusión de los mensajes potencialmente conflictivos o problemáticos.

Para conseguirlo, las entidades deben proporcionarles información y datos sobre la compañía, resolver todas sus dudas y cuestiones de forma totalmente sincera y transparente y proporcionarles unas sencillas pautas para que puedan difundir los mensajes corporativos de forma eficaz, que deben estar alineados y adecuados a los objetivos de la organización.