La revolución digital está abriendo muchos interrogantes en materia regulativa y de competencia. Los distintos organismos competentes ya están actuando en consecuencia:

  • El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital lanzó el pasado verano una consulta pública dirigida a elaborar una nueva estrategia digital. Entre otras cosas, pretende valorar si el actual marco normativo es suficiente y adecuado para la nueva economía digital.
  • La Comisión Europea ha terminado una investigación sectorial sobre el comercio on-line. En la misma línea, Alemania valora la creación de una Agencia Digital.
  • La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha vuelto a fijar su atención sobre la llamada economía colaborativa y prepara un informe del que se espera se dilucide si se apuesta por una regulación restrictiva favorable a los sectores de la hostelería y el transporte o si, por el contrario, se adopta una postura más favorable a las nuevas compañías.

¿Qué postura está imperando ante estos nuevos interrogantes? De acuerdo con algunos expertos, la opinión que parece se está imponiendo en la Unión Europea es que el actual marco normativo es suficiente para afrontar estos retos, aunque debe de haber un lógico periodo adaptativo.

En dicho proceso, las autoridades de la competencia promueven el diálogo entre las partes y están pidiendo a éstas que manifiesten sus puntos de vista, lo que supone una gran oportunidad para fijar posiciones ante potenciales normativas.