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El pasado 6 de mayo tuvo lugar en Madrid la mesa redonda «La profesionalización de la comunicación política en España» organizada por el Instituto Atlántico de Gobierno y MAS Consulting con motivo del lanzamiento y presentación de la Escuela Práctica de Gobierno, una iniciativa para desarrollar la formación de los profesionales del ámbito de la Administración Pública y las instituciones.

Puede ver el debate íntegro aquí

Para debatir acerca del presente y futuro de la profesión de consultor político y analizar el escenario para las elecciones del 26 de junio en España, el encuentro contó con la participación de Imma Aguilar, Consultora y Coordinadora del Gabinete de Presidencia del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados; María José Canel, Catedrática de Comunicación Política por la Universidad Complutense de Madrid y Daniel Ureña, Socio & Director General de MAS Consulting.

Imma Aguilar comenzó su exposición con algunas de las claves y retos a los que se enfrentan los consultores políticos en España. «La asesoría está de moda, en parte gracias a las series, algo que no es irrelevante porque están comenzando a influir en las decisiones políticas«, comentó Aguilar al público. «Aunque por suerte en España cada vez se valora más la calidad profesional de los asesores y no tanto con quién han trabajado en el pasado», añadió.

Sin embargo, presentó dos conflictos: entre lo que se pide en el área política y en el área de la comunicación, ya que «hablamos de la profesionalización de la comunicación política pero también pedimos la desprofesionalización de la política»,  y en el fin de la actividad en la que trabaja: «Me parece increíble que la política no esté dirigida al elector, al ciudadano, igual que las empresas se orientan al cliente«.

Uno de los temas tratados fue la ética en la profesión que para Aguilar es «una piedra angular de nuestro trabajo como asesores políticos». «Un tema muy interesante a debatir entre los asesores es el secreto profesional, el guardar en secreto para quién trabajas. Yo no soy muy partidaria de confiar en quien va alardeando sobre con quién o para quién trabaja» y añadió «¿dónde están las líneas rojas de los asesores?, ¿podemos trabajar para cualquier político y partido?».

Respecto a la relación entre asesorado y asesor, Aguilar insistió en que «la asesoría no es decir al candidato qué tiene que hacer, es una interacción en la que intervienen asesor y asesorado«. Y comentó la dificultad para mantener la relación personal y la profesional separadas: «Por esto es importante contar en el equipo con gente objetiva que te pueda dar la mirada desde fuera de la campaña».

Sobre la campaña del 26 de junio, Imma Aguilar considera que «una campaña más «soft» como la que hubo en diciembre ahora no toca; ahora es momento de una campaña creativa y de no caer en lo mismo y repetirnos» y confesó que durante la campaña le «inspira mucho para trabajar las cosas que dice la gente, los que votan, lo que les oigo decir».

Durante su intervención,María José Canel analizó los posibles flujos de voto que pueden darse en las elecciones del 26 de junio y recordó que «el voto es emocional y racional, y el voto de castigo se debe a que el ciudadano razona y siente, las dos«.

De cara a la próxima cita electoral en España, Canel cree que «los resultados del no van a ser los mismos que en diciembre» y justificó su respuesta dando algunos datos de los análisis postelectorales como la pérdida de tradición en el voto («un cuarto de votantes se desengancharon de su opción política tradicional el 20 de diciembre»), el peso de los seis meses que han tenido para negociar y no lo han conseguido, la coalición IU-Podemos y la abstención, porque «el 26 de junio va a haber cierta abstención pero no creo que mucho más que en diciembre«.

En cuanto a la profesión de consultor político, María José Canel expuso varios problemas ante los que se encuentran los profesionales. «Lo peor que le puede pasar a un asesor es que su cliente infravalore el papel de la comunicación política», afirmaba. Además comentó que «el problema que tenemos los asesores es que se gestione bien la comunicación pero no se perciba bien«.

A la hora de definir cuál es el objetivo de las personas que trabajan en comunicación política, tanto en campaña como en gobierno, Canel no lo dudó: «La buena comunicación política es aquella que consigue poner en valor lo que hay».