César Martínez, Presidente de MAS Consulting Group, habla del voto inmigrante en las próximas elecciones municipales en una entrevista concedida a la vesión digital del periódico Latino

César Martínez
César Martínez

«El derecho más importante que nos puede dar un país es el de decidir su futuro’

César Martínez sabe de lo que habla cuando opina: hispano en Estados Unidos, este consultor, experto en marketing político y analista de los movimientos democráticos, ha vivido en carne propia y en primera persona los procesos que llevaron a la histórica participación de los extranjeros, sobre todo hispanos, en la política de Estados Unidos.

Martínez, fundador de MAS Consulting, una consultora con sede en México, España y Estados Unidos, ha respondido a las preguntas de enlatino sobre cómo se puede extrapolar la realidad estadounidense a una España que acaba de abrir la posibilidad a miles de inmigrantes de participar en su toma de decisiones políticas.

Hablamos de las elecciones municipales de 2011 en las que 320 mil extranjeros (con al menos cinco años de residencia legal en España y miembros de países que han firmado un convenio de reciprocidad) podrían elegir a sus autoridades locales.

Y mientras el reloj corre y el cierre del plazo de inscripciones, el 15 de enero próximo, se acaba, César Martínez insiste en invitar a todos los que elegimos residir en este país a que seamos parte también de sus decisiones democráticas.

PREGUNTA: ¿Cree usted que el 22 de mayo de 2011 será una fecha histórica para los extranjeros residentes en España? ¿Son conscientes los partidos políticos de esta trascendencia? ¿El futuro político de España pasa por los hijos de los extranjeros residentes en este país?

RESPUESTA: Yo creo que sí. Es histórica en el sentido en que se avanza en el proceso de participación ciudadana. Sea una participación amplia o no, muestra una España que promueve la democracia y que le da voz a todos aquellos que contribuyen en sus comunidades, sus ciudades y en el país en general.

Yo creo que los partidos comienzan a darse cuenta de lo que esto significa para el presente y para el futuro. Recuerdo la primera vez que hablamos de este tema, fue en 2002, y después, en varias otras ocasiones, en seminarios, entrevistas de prensa, programas de TV, radio, etc. Ahora creo que el tema del voto inmigrante en España está tomando más fuerza que nunca.

Los números hablan de la creciente importancia de los inmigrantes, pero esto también tiene responsabilidades. Yo recomendaría a todo aquel que tiene la oportunidad de votar que lo haga. Recuerdo una vez en una ceremonia en la que hablé para nuevos ciudadanos de los EE.UU. en la que les recordé que el derecho más importante que nos puede dar un país es el derecho a decidir su futuro.

P: En relación a lo que usted ha visto en Estados Unidos, ¿cree que el voto de los inmigrantes obliga a los políticos a cambiar su discurso en materia de inmigración? ¿Se puede esperar un cambio en las leyes de extranjería o en la persecución policial a los inmigrantes? ¿Qué pasó en Estados Unidos?

R: No obliga, aconseja. Hay que entender que el político tiene diversas audiencias a las que debe atender. Si su discurso es inclusivo y transmite que los inmigrantes ayudan al crecimiento económico, cultural y social de una región, la gente puede asimilarlo bien.

En cuanto a leyes, creo que no se puede adelantar, ya que esto obedece a cada país, a sus representantes y, sobre todo, al pulso del momento. Tenemos un ejemplo interesante en los EE.UU.

El presidente Obama prometió promover una reforma migratoria en su primer año de Gobierno, que, sin embargo, no se materializó, y ahora tienen un Congreso en el que los demócratas han perdido bastante fuerza y que dificulta cualquier cambio legislativo.

P: ¿Es la participación de los inmigrantes un factor realmente decisivo en las elecciones del país de acogida?

R: Lo que sucede es que el nuevo votante se convierte en “la pequeña gran suma” porque por lo general el voto de los españoles ya está más definido – digamos que los números son más predecibles y no se mueven tanto-. En elecciones competidas el nuevo votante puede marcar la diferencia necesaria para triunfar.

P: Basado en su experiencia en la participación democrática de los extranjeros en Estados Unidos, ¿cree que en España se está empezando a cimentar un proceso de empoderamiento similar al que han protagonizado los hispanos en varias ciudades estadounidenses?

R: En Estados Unidos se requiere la ciudadanía para votar, por eso digo que lo que ofrece España en las elecciones locales es muy interesante. El elector latino en España va a ir ganando importancia, como ha ocurrido con el votante latino en EE.UU.

P: ¿Cree que el voto latino será decisivo, influyente, definitivo a la hora de elegir alcalde o formar gobierno en algunas ciudades españolas? ¿Podría decirnos alguno en concreto?

R: El voto latino será influyente, y tendrá una importancia creciente a partir de 2011. Estamos hablando de decenas de miles de personas eligiendo a sus futuros alcaldes. De cientos de miles si hablamos de extranjeros con derecho a voto.

En grandes ciudades con un porcentaje importante de inmigrantes, como Madrid o Valencia, pueden condicionar los resultados si los comicios fueran ajustados.

Además, los partidos y las administraciones están más concienciadas que nunca de la creciente importancia de los extranjeros en los procesos electorales. Por eso hemos visto estas nuevas campañas destinadas a animar a los inmigrantes a inscribirse e ir a votar.

P: En un país tan polarizado políticamente como es España (como es Estados Unidos), ¿cree que el latinoamericano se siente identificado con algún partido o será más independiente a la hora de votar? ¿Asumimos que alguien debe ser de izquierda porque es inmigrante?

R: Yo lo que recomiendo a los partidos es no dar nada por hecho. El que por primera vez va a votar lo hace menos influenciado, es más independiente.

En el caso de Estados Unidos, el latino, aunque vota más demócrata, no es totalmente liberal. De hecho es realmente conservador en cuestiones como los valores familiares, son más tradicionalistas, más religiosos, emprendedores y muchos dueños de pequeños negocios. Los partidos deben estudiar cuáles son los perfiles de los extranjeros con derecho a voto, cuáles son sus preocupaciones y sus aspiraciones. Si se les sabe llegar, se les puede convencer.

P: ¿Cree que los políticos españoles son conscientes del reto que significa la incorporación al electorado de los extranjeros residentes en España? ¿Cree que tomarán en cuenta esta “nueva fuerza”?

R: Por supuesto, si algo saben los políticos en todo el mundo es leer bien al electorado.

P: ¿Piensa que es importante el empuje que dan las asociaciones en el proceso de participación política de los inmigrantes en un país? Compare las asociaciones presentes en España con las de hispanos en Estados Unidos.

R: En EE.UU. hay muchas asociaciones que buscan registrar y hacer participar a los latinos, como NCLR (National Council of La Raza), NALEO , LULAC o UNIVISION, que es la cadena hispana más importante. Y hay nuevos e interesantes movimientos.

En España creo que la presencia mediática y política de los latinos tiene un amplio recorrido por delante. Diría que ningún partido español cuenta entre sus principales líderes con inmigrantes, aunque sí se están preocupando por hacerles hueco entre sus bases.

Será un proceso paulatino, pero no cabe duda de que los latinos ganarán mucho peso en España en los próximos años. Por otro lado, creo que las propias asociaciones de inmigrantes se están encargado de informar y animar a sus miembros a participar más activamente en la vida política española. Esto es muy importante.

P: ¿Tendrá España algún día un político de influencia (alcalde, presidente de comunidad autónoma, presidente del gobierno) latinoamericano? En estados de mucha presencia hispana como California, Texas, Florida, ¿ha cambiado algo a raíz del voto latino?

Yo estoy seguro que sí. Es cuestión de tiempo que los inmigrantes, o los hijos de los inmigrantes, participen activamente en la política.

En Estados Unidos lo hemos visto con el presidente Obama, o con el Gobernador Arnold Schwarzenegger en California. En Francia con Nicolas Sarkozy. Y hablando de latinos, el alcalde de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, Los Ángeles, es Antonio Villaraigosa, hijo de inmigrantes latinoamericanos.

Además, acabamos de estrenar dos gobernadores latinos: Brian Sandoval en Nevada y Susana Martínez en Nuevo México, que se ha convertido en la primer gobernadora latina de los Estados Unidos.