Jordi Rodríguez Virgili, profesor de la universidad de Navarra, afirmaba para un artículo de El Confidencial que Rajoy “siempre ha mantenido la teoría de que el poder no se gana, sino que se pierde”. No sabemos qué opina el líder del PP de esta afirmación, pero sí que nos atreveríamos a aventurar que en las elecciones que se avecinan el resultado dependerá mucho de lo que el PP sea capaz de no perder, frente a un PSOE desgastado por la crisis.

La carrera del Partido Popular hacia la presidencia del Gobierno consistirá, según la tesis del artículo, en evitar los errores tanto o más que en mostrar grandes méritos. Pero evitar los errores también es la meta de una campaña electoral sólida.

El texto desgrana las contraindicaciones de algunos expertos para los próximos años, con la vista puesta en las dos elecciones que se avecinan: las municipales y autonómicas del 2011 y las generales de 2012. La imagen del líder, la cohesión del partido, el control sobre el mensaje propio son algunos de los terrenos pantanosos que tiene que evitar el PP para no perder la trayectoria ascendente hacia la victoria electoral. Una victoria que, como señala Daniel Ureña, tampoco convendría dar por sentada. No perder unas elecciones también requiere trabajo.